A finales de junio pasado, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos señaló a la institución financiera CIBanco de participar en lavado de dinero y de tener vínculos con la delincuencia organizada. Ahora, la defensa del banco argumentó que las acusaciones de FinCEN se basan en presuntas operaciones con empresas de México y China, pero, sin nombres, fechas o detalles verificables.
“CIBanco ha buscado desesperadamente identificar a qué clientes y transacciones se refiere FinCEN, pero es como buscar agujas en campos de heno”, se destaca en el documento.
La institución financiera destacó que la sanción amenaza con su liquidación y la pérdida de más de tres mil empleos.
Asimismo, también advirtió que el traslado forzoso de su división fiduciaria, valuada en 400 millones de dólares, podría afectar directamente a beneficiarios tanto en Estados Unidos como en México.
CIBanco presentó una demanda en la Corte del Distrito de Columbia contra el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y su red de control de delitos financieros (FinCEN), luego de ser acusado de facilitar operaciones ligadas al tráfico de opioides y quedar fuera del sistema financiero estadounidense.
En un escrito de 37 páginas, sostuvo que la medida equivale a una «pena de muerte institucional», al prohibirle cualquier transferencia de fondos con entidades financieras de Estados Unidos a partir del 4 de septiembre de 2025.
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El banco mexicano alegó que la decisión fue tomada sin previo aviso ni oportunidad de defensa.
“CIBanco se enfrenta a una sentencia de muerte institucional sobre acusaciones tan carentes de especificidad que resultan inexistentes”, acusó la firma financiera mexicana, donde argumenta que la orden viola la Ley de Procedimientos Administrativos y el debido proceso establecido en la Constitución estadounidense.