El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que, ante las marchas por el Día Internacional de la Mujer, el próximo 8 de marzo, no hay prohibición, pero sí recomendación. Pidió manifestaciones libres de agresiones y violencia.
“No hay prohibición, nada más, como recomendación, que sean manifestaciones pacíficas, que no se dañe a establecimientos comerciales, que no se afecten monumentos públicos y mucho menos que se agreda a otras personas”.
Dijo que a diferencia de países como España, que limitaron a 500 mujeres la participación en protestas, en México no hay prohibiciones; sin embargo, al igual que lo hizo en 2020, pidió a las mujeres no realizar actos de violencia.
“Que también haya cuidado para que no vayan a dañarse de los mismos manifestantes, mujeres u hombres, porque la vez pasada tiraron bombas, a veces hasta se afecta a quienes van a manifestarse y protestar libremente”, afirmó.
“Que también haya cuidado para que no vayan a dañarse de los mismos manifestantes, mujeres u hombres, porque la vez pasada tiraron bombas…”
Para evitar la violencia en las manifestaciones, hace unos días el gobierno federal presentó un “Decálogo por la libertad y la paz en la protesta social” , el cual se promoverá en las marchas del lunes.
El decálogo insiste en que el Gobierno de México respeta el derecho de todas las personas, que no criminaliza la protesta social ni incurre en violencia, sino que apuesta por el diálogo y la paz.
“Se debe privilegiar el diálogo y la resolución pacífica de conflictos siempre, especialmente cuando hay tensiones entre la libertad de expresión y los derechos de terceros, incluso cuando sea legal usar la fuerza pública o las personas manifestantes no estén dispuestas a dialogar”, se puede leer en el punto número cinco.
También insiste en que “jamás” se hará uso de la fuerza pública para reprimir una marcha y que el Gobierno de México salvaguardará la integridad física, personal y los bienes de los manifestantes.
Desde principios de semana en redes sociales han comenzado a circular convocatorias para que estudiantes de universidades públicas y privadas se unan al paro del martes 9 de marzo.
“El 9M las mujeres paramos. Paramos porque estamos hartas de que nos violenten. Hartas de que nos revictimicen, que no escuchen nuestras voces y quieran reprimirlas”, se lee en una de las convocatorias.