Miles de personas se manifestaron en París, Francia, contra el alto costo de la vida. La manifestación fue convocada por partidos de izquierda y respaldada por cientos de asociaciones que buscan mantener la tensión creada por la huelga en refinerías del grupo TotalEnergies.
El principal objetivo era llamar la atención sobre la difícil situación de los trabajadores que se enfrentan a un aumento del coste de vida y criticar la falta de acción política contra el cambio climático.
«Vamos a tener una semana como no se ve muy a menudo», dijo el líder del partido de izquierda radical, La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.
Varios sindicatos convocaron para el martes una jornada nacional de huelgas, que se prevé afectará al transporte por carretera y ferroviario y al sector público.
«Todo se está juntando. Empezamos con esta marcha, que es un éxito inmenso», dijo Mélenchon, satisfecho.
En torno a un tercio de las gasolineras del país sufren problemas de abastecimiento, especialmente alrededor de París y en el norte del país.
Muchas empresas han reducido los viajes y las entregas, e incluso los vehículos de los servicios de emergencia se enfrentan a problemas de suministro.