Los diputados de la Cámara de los Comunes británica aprobaron, con una mayoría de 354 votos a favor por solo siete en contra, el informe que concluyó que el exprimer ministro Boris Johnson mintió a los parlamentarios sobre las fiestas en la sede del gobierno en plena pandemia, «partygate».
La votación culminó casi seis horas de debate parlamentario en las que casi todas las intervenciones fueron para criticar duramente al exlíder conservador, tanto por parte de sus correligionarios como de miembros de la oposición.
Los laboristas precisamente forzaron la votación para retratar la soledad de Johnson al lanzar gritos de «¡No!» cuando el presidente de la Cámara de los Comunes (Baja) preguntó a viva voz si se aprobaba el informe, lo que obligó a realizar un escrutinio individual.
El primer ministro Rishi Sunak no acudió al Parlamento para participar en la votación, aunque dejó a sus compañeros «tories» elegir el sentido de su voto.
Al presentar la moción ante los Comunes y antes de votar sobre el informe, Mordaunt recordó que el informe del Comité de Privilegios consideró que el exlíder tory «engañó al Parlamento de forma deliberada y al hacerlo incurrió en un grave desprecio».
Agregó que según ese documento «Johnson quebró la confianza, socavó el proceso democrático de esta Cámara y fue cómplice en una campaña de abuso e intentó intimidar al comité».
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También intervino la presidenta del Comité de Privilegios, la laborista Harriet Harman, que defendió la investigación y concluyó que Johnson «engañó en numerosas ocasiones» a los diputados.