El luchador Andrés Vargas ofreció una disculpa pública porque en octubre cometió violencia doméstica y pide que las autoridades deportivas lo dejen continuar en el proceso por la plaza participar en los Juegos Olímpicos de Tokio, en el estilo grecorromano en los 77 kilogramos, y si la repuesta no le es favorable acudirá a instancias internacionales.
«Una disculpa para mi expareja Wendy, estoy muy arrepentido por lo que aconteció en ese momento, tuvimos un problema se llevó un proceso legal, ya se reparó, ya se pagó la pena privativa conmutable con dos mil pesos. Fue muy difícil lo que pasó».
A principios de marzo, Andrés fue sentenciado a un año de prisión, pero fue conmutable por una multa de dos mil pesos y un año de terapia psicológica.
Pese a esto, el queretano se amparó para que la FEMELA lo dejara competir en el Nacional de Guadalajara en donde se quedó en el primer lugar.
«Fui despedido por parte del ejército por el acontecimiento, fue un camino muy largo en el que tuve que cruzar para continuar con mis proyectos que son los Juegos Olímpicos que todavía sigo con el dedo firme. En un colchón es donde realmente se decide quién es el bueno, quién es el que malo, quién es el que va, quién es el mejor. Aquí solo hay un ganador o perdedor».
Andrés ganó en marzo del año pasado la plaza para México en el Preolímpico continental de Ottawa, pero se decidirá de manera interna quién la ocupará, pero en caso de que sigan poniendo trabas para que compita en los torneos selectivos se irán ante el TAS.
«Nosotros nos vamos a defender en todas las instancias que tengamos disponibles, la CAAD ya no nos sirve acudir, pero sí en los tribunales internacionales».