El precandidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Monterrey, Nuevo León, Luis Donaldo Colosio Riojas, visitó por primera vez el lugar donde en marzo de 1994 fue asesinado su padre, el candidato presidencial del PRI Luis Donaldo Colosio Murrieta.
“Vengo aquí a perdonar, pero también a invitar a toda mi gente a perdonar conmigo. Perdono a los cobardes que me arrebataron a mi padre, haciendo hasta lo inimaginable con tal de sacar a Colosio de la contienda”.
Perdono al asesino que tomó su vida, producto de circunstancias inciertas, desesperadas y posiblemente obligadas”, señaló En transmisión en vivo desde la colonia de Lomas Taurinas de Tijuana, Baja California, donde Colo..
Aseguró que con el asesinato de su padre cambió el rumbo de México y se cayeron muchas ilusiones.
“Hace 27 años, en este lugar, el país tomó un drástico cambio de rumbo, se desmoronaron cientos de miles de ilusiones esperanzadas en un México futuro, de trabajo, de oportunidad, pero más allá de eso, nos dio un crudo ejemplo del odio y las ambiciones de la gente cobarde”, dijo.
“LO QUE NO PUEDO PERDONAR ES QUE LOS MEXICANOS SIGAN PADECIENDO GOBIERNOS INEFICACES”
En la transmisión, en la que de fondo se alcanzaba a ver la estatua de su padre, Colosio Riojas destacó que, antes de iniciar la etapa electoral de 2021, decidió visitar Lomas Taurinas para dar su perdón.
“Perdono a las instituciones políticas de este país que, lejos de honrar su legado, han usurpado el nombre de mi padre y se han beneficiado de él para sus proyectos políticos vacíos”, dijo.
“Perdono a un sistema judicial que, lejos de ayudar de procurar la verdad, se empeñó en destruir toda posibilidad de hacer justicia a un crimen nacional”, agregó.
Colosio Riojas sostuvo que lo que no puede perdonar es que los mexicanos sigan padeciendo gobiernos ineficaces.
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“Hay cosas que no perdono: no perdono que en México continuemos permitiendo que tantas familias padezcan lo mismo que ha sufrido la mía por las ineficiencias e imprudencias de nuestro sistema de gobierno”, expresó.
También llamó a la reconciliación: “O remamos todos parejo para el mismo lado o estamos todos condenados a hundirnos por igual”.
Antes de finalizar, colocó un ramo de flores blancas a los pies de la estatua e insistió en que combatirá las prácticas de “secuestrar el poder” y velará por la unidad del país.