Un 11 de marzo pero de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el COVID-19 se propagaba por todo el mundo de manera desenfrenada por lo que pasaba de ser de una epidemia a una pandemia.
Tras una reunión extraordinaria, el director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, daba a conocer al mundo la alerta.
“La OMS ha evaluado este brote durante los últimos días y estamos profundamente preocupados, tanto por los niveles alarmantes de propagación y gravedad, como por los niveles alarmantes de inacción. Es por ello que hemos decidido decretar el estado de pandemia”, señaló Tedros Adhanom al mundo.
A un año de esta declaratoria, los casos globales de COVID-19 ascienden a 117 millones y en la última semana se ha producido un leve ascenso del 2 por ciento en los contagios, muestran las cifras de la OMS.
Se han administrado aproximadamente unos 320 millones de dosis de vacunas contra COVID-19, una cifra aún lejana de los alrededor de 10,000 millones que se necesitan para poder inmunizar al 70 % de la población mundial, porcentaje que se estima preciso para lograr la inmunidad de grupo.
Estados Unidos es el país que más dosis ha administrado por ahora (93 millones), seguido de China (52 millones), la Unión Europea (43 millones), la India (24 millones) y el Reino Unido (23 millones), según cifras facilitadas por las redes sanitarias nacionales.