Miles de peruanos marcharon por las calles de Lima, exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso.
Es la primera protesta multitudinaria en la capital de Perú tras semanas de ola de disturbios que han dejado 42 muertos.
Cargando ataúdes de cartón, fotos de las víctimas y cárteles con mensajes en contra del Gobierno, los manifestantes gritaban «Dina asesina», en una de la mayores crisis políticas que amenazan la estabilidad democrática en el país minero.
La marcha en Lima, que se desarrollaba sin incidentes con la policía, fue organizada por sindicatos y partidos de izquierda.
Las protestas estallaron poco después de la destitución y arresto del presidente izquierdista Pedro Castillo, que intentó el 7 de diciembre disolver de forma ilegal el Congreso.
El primer ministro, Alberto Otárola, reafirmó horas antes de la marcha, en una conferencia, que la presidenta Boluarte no renunciará y que esperan las elecciones anticipadas propuestas para abril del 2024, dos años antes de lo previsto.