Hamás liberó el sábado a 17 rehenes, 13 de ellos israelíes, que mantenía cautivos en la Franja de Gaza, e Israel dejó en libertad a 39 prisioneros palestinos en la fase más reciente de un cese del fuego de cuatro días.
El intercambio nocturno se retrasó durante varias horas después que Hamás acusara a Israel de incumplir el acuerdo.
La demora puso de relieve la fragilidad del alto el fuego, que frenó temporalmente una guerra que conmocionó y sacudió a Israel, causó una destrucción generalizada en toda la Franja de Gaza y amenazó con desatar combates más extensos en toda la región.
La guerra estalló el 7 de octubre cuando milicianos de Hamás en Gaza irrumpieron a través de la frontera hacia el sur de Israel, matando al menos a mil 200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a unas 240 más, entre ellas mujeres, niños y adultos mayores.
Israel declaró inmediatamente la guerra, iniciando semanas de ataques aéreos y una ofensiva terrestre que han dejado más de 13 mil 300 palestinos muertos, según las autoridades sanitarias del territorio controlado por Hamás. Aproximadamente dos tercios de los muertos en Gaza han sido mujeres y menores.