El volcán de Fuego, ubicado a unos 45 kilómetros al oeste de la capital guatemalteca, inició este jueves una nueva erupción con grandes columnas de ceniza y flujos piroclásticos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), el flujo del coloso de 3 mil 763 metros sobre el nivel del mar y situado entre los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, ya se desplazó unos 6 kilómetros y alcanzó la base del volcán.
Los especialistas advirtieron que el descenso del material incandescente seguirá, mientras continúe la efusión de lava.
Las autoridades informaron que, la nube generada por el flujo piroclástico puede producir caída de ceniza en las comunidades ubicadas en los flancos sur y suroeste del volcán y afectar el tráfico aéreo en sus alrededores.
El Insivumeh recomendó a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) incrementar el nivel de alerta y adopte las medidas que sean necesarias, sobre todo en las comunidades cercanas a las barrancas Ceniza, Taniluyá y Trinidad.
Asimismo se dio a conocer que la Unidad de Prevención de Volcanes de los departamentos donde se ubica el coloso, está vigilante sobre la evolución de la actividad y que aún no ha sido necesario realizar evacuaciones.
La columna de ceniza del volcán se observan desde varios puntos de la capital guatemalteca. El volcán registra ondas de choque y descenso de avalanchas moderadas a fuertes hacia las barrancas Ceniza, Trinidad, Tanuluyá, Santa Teresa y Las Lajas.
Según el Insivumeh, los retumbos en el volcán son sensibles a por lo menos 10 kilómetros a la redonda del coloso.
El volcán de Fuego es uno de los tres más activos de los 32 colosos que hay en Guatemala. Los otros dos son el volcán de Pacaya y el Santiaguito, ubicados en sur y oeste del país, respectivamente.
La última gran erupción de un volcán en Guatemala fue el 3 de junio de 2018, cuando el volcán de Fuego.