Este viernes concluyó la IX Cumbre de las Américas que se realizó en Estados Unidos con una declaración con compromisos concretos para contener la crisis migratoria de la región.
«Ninguna nación debe asumir sola esta responsabilidad», dijo Biden, quien destacó que no solo está aumentando la migración irregular que se dirige a Estados Unidos.
Resaltó que en Colombia han llegado «millones» de venezolanos y que los migrantes representan ahora «el 10 por ciento de la población de Costa Rica».
Para aliviar la presión que generan esos flujos, los países firmantes se comprometieron -entre otras cosas- a expandir las oportunidades de migrar legalmente para contener la llegada de indocumentados a la frontera sur de Estados Unidos, que sigue en aumento.
«Necesitamos detener las formas peligrosas e ilegales en las que está migrando la gente. La migración ilegal no es aceptable, y vamos a asegurar nuestras fronteras», aseguró Biden.
Estados Unidos prometió ampliar hasta 20 mil su cuota de refugiados de las Américas para 2023 y 2024, con especial prioridad a los procedentes de Haití, así como a seguir aceptando trabajadores temporales no agrícolas procedentes de Centroamérica y a prevenir «abusos» en su contratación.
La declaración la firmaron Estados Unidos, Argentina, Barbados, Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
Entre quienes no la suscribieron están tres países de origen de muchos de los migrantes indocumentados que recorren el continente: Cuba, Venezuela y Nicaragua, a los que el Gobierno estadounidense decidió no invitar a la Cumbre de las Américas por considerar que no son democráticos.
Biden agradeció en particular los compromisos adquiridos por Costa Rica, Ecuador, México, Guatemala, Canadá y España, país que participó en la cumbre en calidad de observador, representado por la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Pilar Cancela.