Por no contar con un relleno sanitario en los Valles Centrales para depositar de manera correcta los desechos sólidos urbanos, la autoridad de la Villa de Etla seguirá utilizando el tiradero a cielo abierto que habilitaron detrás de su panteón municipal.
“Es una medida emergente, no se puede cerrar”, respondió la regidora de Educación y Desarrollo Ambiental, Araceli Hernández Matadamas, quien admitió una crisis sanitaria y ambiental que otros 25 municipios de Valles Centrales no pueden solucionar dos meses después del cierre definitivo del tiradero de la Villa de Zaachila.
En Villa de Etla a la semana recolectan hasta 45 toneladas, primero a ras de piso y después apiladas unas sobre otras sin la separación adecuada.
En agosto pasado que con la separación de desechos se redujo a la mitad lo recolectado, pero del cartón, PET, tetrapak y latas de aluminio que se comercializa, “apenas y juntamos cinco o siete mil pesos”, que no alcanzan ni para pagar el diésel que al mes consume el camión compactador, ni la gasolina de la camioneta que jala el remolque para los residuos que se comercializan.
“No hay alternativas de a dónde llevar los residuos que generamos. Estamos abiertos a una inspección de cualquier autoridad ambiental. Sabemos que es un tema de acumulación de desechos y una crisis sanitaria que nos toca en este momento”, admitió la regidora Araceli Hernández.
En su cabecera municipal, la Villa de Etla carece de un terreno para proyectar un relleno sanitario y en sus tres agencias tampoco lo aprueban porque cada una genera a lo mucho tres toneladas a la quincena, ya que la mayoría de pobladores realizan composta.
También lee: Enfrentamiento en Xochimilco, CDMX, deja 19 policías heridos
“Nadie quiere la basura cerca de su casa, es un problema que compartimos varios municipios, nos queda seguir en plática para encontrar un sólo lugar para tener un mismo punto de depósito final de basura en vez de tener cada quien un foco de infección con un tiradero”, reconoció Araceli Hernández.