Las medidas de prevención por COVID-19 en la ciudad de México está asfixiando al sector restaurantero, por eso al grito de “abrimos o morimos”, meseros de la Ciudad se reunieron en las inmediaciones del Monumento a la Revolución, donde dieron paso al llamado “cacerolazo” y exigieron la apertura de comercios.
De lo contrario, dijeron, la capital entrará en crisis de desempleo, pues al menos 20 mil personas se dedican a ese ramo.
“Los restaurantes no son una fuente de contagio, son de empleo (…) Invitamos a la jefa de Gobierno a que pase a cualquier restaurante, se va a dar cuenta de todas las medidas de seguridad y de cómo nos cuidamos”, expuso Maximino, mesero con más de 20 años de experiencia y que desde hace cuatro meses no tiene ingresos fijos.
Dentro de sus peticiones destacan que la reapertura de los restaurantes sea superior a 40 por ciento y que el cierre sea hasta las 22:00 horas.
“Es una estupidez abrir sólo unas horas, gastamos más en insumos que lo que ganamos, por eso pedimos que se extienda el horario, la gente ya quiere salir de casa y nosotros estamos listos para recibirlos”, dijo Mauricio, gerente de una cadena de restaurantes.
Explicaron que no han sentido el respaldo de las autoridades, y sí lo ven hacia el comercio informal, el cual sigue operando aunque no apliquen las medidas de prevención.
“Hay otro problema, hay lugares grandes y de prestigio que no tienen terraza, estacionamientos o un lugar amplio para instalar sus mesas, a ellos cómo se les ayuda. Esos detalles son los que no están tomando en cuenta”.
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“En cambio, vas a un tianguis o a los puestos callejeros, a ellos no les hacen nada (…) Dónde está el apoyo a nosotros que estamos dentro de la ley”, expuso Ramiro, pequeño empresario que está a punto de cerrar la puerta de su cafetería, debido a que no saca ni para la renta.