Este 18 de marzo, Rusia celebró con un concierto el octavo aniversario de la anexión de Crimea. El presidente Vladimir Putin encabezó el evento al que asistieron más de 200 mil personas.
«Por un mundo sin nazismo», «Por Rusia», proclamaban las banderolas desplegadas en el estadio de Lujniki de Moscú.
Rusia justifica su actual operación militar en Ucrania en la necesidad de «desnazificar» el país, acusado de perpetrar un genocidio contra la población rusófona.
Por todos lados, las «Z» adornaban el pecho de quienes participaban en el acto, convertidas en un símbolo patriótico por aparecer en los tanques rusos desplegados en zonas de combate.
El plato fuerte del festejo era el discurso del presidente ruso. Vladimir Putin se encontraba celebrando el heroísmo de los soldados rusos en Ucrania cuando la cadena pública Rossiya-24 que emitía su discurso interrumpió su intervención y continuó mostrando otras imágenes del evento.
Quince minutos después, la televisión retomó la difusión del discurso de Putin, esta vez en diferido.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señalaba poco después a las agencias de prensa rusas que la transmisión había sido interrumpida «por un fallo técnico en un servidor».
Celebrando la anexión de la Crimea ucraniana en 2014, anexionada tras una revolución pro-occidental en Kiev, el presidente saludó a las fuerzas presentes actualmente en Ucrania, citando la Biblia.