El gobierno interino de Haití solicitó a Estados Unidos que envíe tropas para proteger instalaciones cruciales de infraestructura mientras intenta estabilizar el país y preparar unos comicios tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse.
“Definitivamente necesitamos auxilio y le hemos pedido a nuestros socios internacionales que nos ayuden”, dijo el primer ministro interino Claude Joseph.
Joseph dijo que se sintió consternado porque algunos opositores han intentado aprovechar el homicidio de Moïse para hacerse de poder político, una referencia indirecta a un grupo de legisladores que han declarado su lealtad a Joseph Lambert, presidente del desmantelado Senado de Haití, y lo han reconocido como presidente provisional, y a Ariel Henry, a quien Moïse designó como primer ministro un día antes de ser asesinado, para que sea premier.
“No estoy interesado en una lucha por el poder”, dijo Joseph
Horas antes, el general Jorge Luis Vargas Valencia, director general de la Policía Nacional de Colombia, dijo que los colombianos implicados en el asesinato de Moïse fueron reclutados por cuatro compañías y viajaron a la nación caribeña en dos grupos a través de la República Dominicana.
El jefe de la Policía Nacional haitiana, Léon Charles, dijo que 17 sospechosos han sido detenidos con relación al homicidio de Moïse, el cual sacudió a un país que ya se duele de la pobreza, la violencia y la inestabilidad política.
Conforme la investigación avanza, el asesinato ha ido adquiriendo el cariz de un complejo complot internacional. Además de los colombianos, entre los detenidos por la policía están dos haitiano-estadounidenses, que se dijo fungían como traductores para los atacantes. Algunos de los sospechosos fueron detenidos en un operativo en la embajada de Taiwán, donde se cree que solicitaron refugio.